No hay excusas

... y se acabó la andanza de la selección española en el mundial. Y esta vez no podemos echar la culpa a ningún Tasotti ni a ningún árbitro de apellido que suena a "gandul", porque la verdad es que España jugó como casi siempre (regular tirando a mal) y perdió también como siempre. Estábamos toos empichaos con este mundial, pero la verdad es que la Francia que todo el mundo daba por muerta, nos pegó un soberano repaso. Sí, esa Francia que había empatado con Suiza (eliminada por la Ucrania a la que barrimos del mapa a base de desplegar un juego ¿galáctico?) y con Corea del Sur (aquella que nos echó cuatro años atrás), es la Francia que casi siempre cumple con las espectativas y que puede jugar mal contra equipos mediocres, pero que se crece en partidos de importancia. Aunque, en realidad, el partido contra España no creo que sea de los importantes, pues seguimos demostrando ser un equipo mediocre a la altura de selecciones como las ya mencionadas Suiza o Corea, pues la historia lo demuestra y contra eso no hay excusa posible.