lunes, julio 10, 2006

The Cave


Eran las ocho de la mañana de un domingo cualquiera en una ciudad costera cualquiera y ya comenzaba a despuntar el sol bien arropado por un manto de amenazantes nubes, cuando el protagonista de nuestra historia, que para mantener el anonimato, llamaremos Fernando A. o F. Álvarez, se aventuró encandilado por la radiante belleza de un hada hacia su humilde morada. A partir de ahí, todo se vuelve confuso, pues lo que parecía ser un hada de una belleza deslumbrante, resultó ser un horco de fealdad aterrorizante, vamos, que era un truñu; y lo que parecía ser un palacio con cortinajes de hilos de oro, resultó ser una cueva en la que la negrura creaba un ambiente desolador, vamos que taba too manga por hombro. Todo lo acaecido después se irá a la tumba con nuestro prota, únicamente decir, que desde nuestra central, recibimos una llamada de auxilio hacia las 2 de la tarde del tal Fernando A. que presentaba claros síntomas de desorientación y aturdimiento. Raudos, nos dirigimos al lugar acordado y la situación que allí encontramos fue dantesca, pues la suciedad que impregnaba al zagal nos hizo pensar en lo peor, y que o la cueva, o el horco o ambos, tenían más mierda encima que el rabu de un oso. Tras despojarle de sus harapos, que fueron correctamente incinerados, y desparasitarle, procedimos a dejar al pájaro en libertad haciéndole prometer que no volvería a adentrarse por esos senderos de perdición. De él no hemos vuelto a saber nada, pues la ruta escogida para dejar la ciudad no sé dónde le pudo llevar, pero él sabrá, acabaría de nuevo en la Llano’s Terrifying Cave (el furacu que mete mieu ahí nel Llano)? Esperemos por el bien de todos que de señales de vida. Te queremos (ver en otru país, cerdo).